martes, 12 de junio de 2007

NUESTROS VECINOS LOS LUSOS

El primer fin de semana de junio, mi mujer y yo (bueno… y otras 500 personas de la empresa de Vanessa…) estuvimos de visita relámpago en Oporto, Guimaraes, Valença do Minho y Baiona (esta última ya en Galicia). La intención no es explicaros el viaje, sino comentar unas cuantas cosa que me chocaron de la vida en lo poco de Portugal que vi.

Para empezar, dado que éramos un grupo enorme, nos vinieron a buscar en varios autobuses (14… Casi nada). De camino al hotel, nuestra guía nos explicó brevemente la historia de Oporto, así como el pique con Lisboa (según ella, equiparable a Madrid – Barcelona). Nos decía que en Portugal hay una frase muy popular que viene a decir que Braga reza, Oporto trabaja, y Lisboa se gasta el dinero.

El hotel estaba situado en la supuesta parte rica de la ciudad (la zona a la que la burguesía portuense “huyó” cuando la ciudad empezó a crecer como centro industrial, y por lo tanto, a recibir inmigración). Yo iba pensando; “Pues si esto es la parte rica… vaya tela…)”. De cada tres casas, una está abandonada, y en estado ruinoso. Y de las dos habitadas, una y media, hechas una mier**.

Al llegar al hotel, se apreciaban fuertes medidas de seguridad (“¿será por nosotros? Juas…). Resulta que el Presidente de la República Portuguesa se alojaba en nuestro mismo hotel. En la foto podéis ver a parte de la escolta, y su coche oficial.


Al llegar a la habitación, antes de la ducha y la cena, desmontar las maletas y hacer la típica y obligada inspección de la habitación. Desde que estuve en Estados Unidos, no me había encontrado con esto en el cajón de la mesita:
Sábado por la mañana, excursión al estilo Si hoy es martes, esto es Bélgica. Paseo de los Aliados, Catedral, iglesias varias (pero mira que hay iglesias en Oporto…), casco antiguo… como las fotos de todo esto las podéis encontrar en la web de la ciudad, os pondré algunas de cosas que me llamaron la atención.

En la primera, vemos a un abuelete en su moto carro destrozada, llevando latas de pintura, y en la segunda, un obrero clavando cuadrados de granito en el suelo (en esa ciudad parece que lo regalen… es increíble, ni una baldosa normal).


Me impactó ver esas dos escenas… sumadas a la imagen de las casas abandonadas, casas con la anchura justa para una única ventana, una barbería minúscula regentada por un abuelo a la que le hice foto (pero salió mal), me dio qué pensar… pero Oporto no acababa ahí, aún tenía que ver cosas más impactantes.

Ropa tendida a la altura de los paseantes (tuvimos que esquivarla para poder bajar las escaleras que van a la Iglesia de los Grillos), gente vendiendo huevos o pescado a pleno sol, con un bebé en brazos, lavaderos comunitarios (muchas de las casas no tienen espacio para la lavadora), casas con las paredes llenas de óxido, lavabos comunitarios (por el mismo motivo que los lavaderos),… Se que en ciudades como Barcelona o Madrid también se pueden ver escenas similares… pero no una ciudad entera. Realmente, pese a haber salido de una dictadura casi al mismo tiempo que España, recibir fondos europeos igual que nosotros, haber pasado una Expo hace nada, y una Eurocopa hace tres años, están varios años por detrás. Parece que los políticos españoles, a pesar de lo que nos pueda parecer, lo han hecho bastante bien.

Pero hay que reconocer que los edificios oficiales, así como algunos de los edificios monumentales (pero solo algunos), están bien conservados, y son realmente bonitos (su interior más que su exterior). En la cena del sábado (Antigua bolsa de Oporto) pudimos disfrutar de una actuación de guitarra y fados.

Al día siguiente, autobús i cap a Guimaraes, que falta gent. Bonita ciudad, esta sí que la tienen limpia. En esta ciudad merece la pena visitar el Palacio de los Duques de Braganza (hijo bastardo de un rey portugués… no recuerdo de cual de ellos). Otro dato curioso de esta ciudad es que Salazar quiso traerse la capitalidad del Estado, para poder así usar el Palacio de los Duques.de Braganza como residencia particular.



Y vamos para Valença do Minho; ciudad fortificada, en la frontera con España. Un bonito recinto que se ha convertido en un simple mercadillo de ropa falsificada, toallas y trapos de cocina. Totalmente obviable.


Última parada del maratoniano viaje; Parador Nacional de Baiona, en Pontevedra. Mariscadas varias (o surtidito de ibéricos y cordero para los que no nos gusta el marisco). Precioso recinto, precioso día, y orujo corriendo a raudales. Solo decir que hubo quien, esperando para el embarque, se puso a cantar “Hola fondo norteeeeeeee”… se dice el pecado, no el pecador… hubo tres aviones que volvieron a Barcelona algo “cargaditos”.


Cuando volví de Grecia pensaba que España jugaba en otra división. Viendo Portugal, creo que Grecia no esta tan mal. Una vez escuché que en Europa se hablaba despectivamente del grupo de los PIGS (cerdos, en inglés), formado por Portugal, Ireland, Greece y Spain… ¿Quiere esto decir que el resto de europeos nos ven iguales que los otros tres?

1 comentario:

Fco. Manuel Martínez Villar dijo...

Waw! pedazo de resumen que te has montado. Me he quedado con la copla de Guimaraes, a ver si un veranillo de estos por Zamora me doy un garbeo por esos lares... Ah! y en cuanto a los PIGS, yo creo que, visto lo visto, quedaría básicamente en PG. He estado en Irlanda y ni mucho menos he visto lo que has visto por Portugal, y de Grecia no hablamos...