PEQUEÑOS

Aprovechando la inauguración de uno de los mayores y más modernos telescopios del mundo en Canarias el pasado día 13, os explicaré cómo me siento cuando, de tanto en tanto, miro al cielo por la noche.

Me gusta mirar a las estrellas, aunque no sepa reconocerlas (siempre lo digo, yo soy un inculto en muchas cosas, entre ellas la astronomía) y darme cuenta de lo pequeños que somos a pesar de creernos el centro del Universo. Sí, ya se que no soy nada original… pero yo soy así de simple. Me maravilla esa negra inmensidad, pensar que muchos de esos puntos brillantes murieron hace millones de años, pero los seguimos viendo.

Me planteo, como la mayoría de mortales, si estaremos o no solos en el Universo. Yo personalmente, creo que no. No creo que únicamente la Tierra albergue vida (aunque sea por probabilidad). Si esa otra vida es o no inteligente, o si nos convendría o no entablar contacto con ellos nos daría para otro artículo, así que lo dejo para otro día (aunque os avanzo que si son más inteligentes que nosotros, creo que mejor que no vengan… pensad en lo que las civilizaciones superiores han hecho con las inferiores a lo largo de la historia de la humanidad).

Pasadas las fases “Somos pequeños” y “Creo que no estamos solos”, empiezo a pensar en el “Big Bang”, en el concepto de infinito, en los agujeros negros, materia y antimateria… mi cerebro se colapsa, empiezo a sentirme imbécil, y acabo frustrado por no entender nada.

Lo dicho, mira que soy inculto.